Ánforas de Aceite de Oliva de la Bética. Monte Testaccio.
Interesantes Excavaciones españolas en el Monte Testaccio (Roma). El monte acumula millones de Anforas que contenian aceite de oliva de la Andalucía Romana.
El Testaccio es un monte artificial, situado entre el río Tíber y el monte Aventino, en Roma. Mide aproximadamente un kilómetro de perímetro y tiene una altura de cerca de 50 metros. Se trata de un vertedero de época imperial romana formado por la acumulación de los restos de millones de ánforas que, conteniendo aceite, llegaron en más de un 80% de la Bética (Andalucía). El resto son ánforas olearias del norte de África y en menor proporción de la parte oriental del Imperio. El Testaccio formó parte siempre de la vida romana, de sus tradiciones y fiestas, pero no fue hasta finales del siglo XIX cuando se conoció su importancia científica, gracias a los trabajos del padre L. Bruzza y de H. Dressel.
Desde 1989 figura en el Acuerdo Cultural entre Italia y España la realización de las excavaciones en el Monte Testaccio (Roma). Excavaciones encomendadas a un equipo de investigación español bajo la dirección de los Profs. José Mª. Blázquez Martínez y José Remesal Rodríguez.
Sobre estas ánforas se han conservado una serie de inscripciones que, a modo de las etiquetas modernas, nos aclaran muchísimos aspectos de la organización de la producción y distribución del aceite en la antigüedad. Estos epígrafes nos informan acerca de la organización de la producción del aceite (las inscripciones impresas antes de la cochura del ánfora: sellos y grafitos) y de la comercialización y distribución del mismo (las inscripciones pintadas sobre el ánforas: tituli picti). La información así recogida es riquísima, pues la epigrafía de cada ánfora nos indica el nombre del comerciante o transportista que la llevó hasta Roma y un complejo control fiscal que, además, ofrece el año exacto de expedición del ánfora. Este hecho convierte al Testaccio en un archivo fiscal de vital importancia para comprender, no sólo la historia de la producción y comercio de aceite bético y africano durante el Imperio Romano, sino también para ayudar a comprender la estructura general del comercio y la intervención del Estado en el mismo.
Un elemento más convierte a este archivo en una fuente capital para la arqueología europea: las ánforas de aceite bético se difundieron por todo el Imperio Romano y, aunque es raro encontrar fuera del Testaccio las inscripciones pintadas (tituli picti), sí es frecuente, en cambio, hallar las inscripciones impresas sobre las ánforas (sellos y grafitos). De ahí que la documentación del Testaccio se haya convertido en un fósil director para casi todas las excavaciones pertenecientes al período de la dominación romana que se practican hoy en Europa. Las inscripciones pintadas en las ánforas del Testaccio pueden precisar la cronología de los sellos impresos en las mismas; por lo que los sellos, a su vez, pueden servir para datar las excavaciones allí donde se encuentren.
Objetivos:
El objetivo principal del proyecto es determinar la importancia de la producción y la circulación del aceite bético durante el Imperio Romano y, en última instancia, dotar a la investigación nacional e internacional de los datos necesarios para entender la economía del Imperio Romano y el papel que Hispania desempeñó dentro del concierto económico de dicha época. De forma más general, el objetivo del proyecto es proponer hipótesis científicas sobre la entidad y la naturaleza de las relaciones entre Roma y algunas provincias para entender la organización y el funcionamiento global del Imperio Romano como superestructura política y espacio socioeconómico.
Los objetivos específicos del proyecto son los siguientes:
Completar nuestro conocimiento global sobre la evolución del Monte Testaccio; en concreto, su topografía y el ritmo de formación de las acumulaciones de materiales arqueológicos que lo constituyen, entendiendo estos fenómenos como parte de un proceso de gestión del abastecimiento de la población de la Roma imperial. El objetivo último del intento de reconstruir la tectónica del monte es sugerir hipótesis fiables sobre la evolución de las importaciones de aceite, en términos cuantificables y comparables, a lo largo del periodo indicado y establecer, así, posibles etapas en la historia del proceso.
Obtener datos susceptibles de evaluación estadística, con el fin de establecer hipótesis científicas sobre la importancia cuantitativa de las exportaciones de productos alimentarios a Roma, desde algunas provincias, durante el Alto Imperio. A partir de ahí, se intentará definir la evolución de las exportaciones de las diversas provincias y la historia general de este circuito de abastecimiento.
Ampliar el corpus epigráfico que recoge los individuos, instituciones y mecanismos político-económicos relacionados con las exportaciones de aceite a Roma. Se pretende, en particular, ampliar el corpus disponible de datos epigráficos sobre onomástica (comerciantes, artesanos, propietarios, funcionarios del fisco) y toponimia (ciudades, fundi), que actualmente incluye varios miles de nombres. Con ello se pretende conocer mejor las estructuras económicas y sociales de provincias como la Bética y África Proconsular. Por otro lado, la información toponomástica ayudará a comprender la evolución administrativa del control del comercio del aceite y su incidencia en la evolución política del Imperio romano. Para ello, se intenta reconstruir el sistema o posibles sistemas de representación epigráfica, en el que se integran datos onomásticos, económicos y fiscales, y su evolución.
Completar el corpus de dataciones consulares que aportan las inscripciones delta de las ánforas béticas Dressel 20. La cronología precisa de la documentación epigráfica recogida en el Monte Testaccio, que se circunscribe a períodos de tiempo muy breves, puede proporcionar un punto de referencia fundamental para datar secuencias estratigráficas de muchos yacimientos arqueológicos centroeuropeos y de las orillas del Mediterráneo. Hay que señalar, al respecto, que la identificación de tituli picti africanos muy complejos puede aportar nuevos elementos de referencia cronológica.
El método de excavación consiste en abrir catas de 4 m2 o 6 m2 en función de las características del lugar de excavación que se elija. En función de una u otra medida del sondeo se profundiza más o menos hasta que recuperamos entre 10 y 12 toneladas de material. Este volumen, según nuestra experiencia, supone el máximo de material que podemos procesar cada campaña y que ofrece entre 1500 y 2000 documentos epigráficos. El sondeo se divide en sectores de un metro cuadrado y se excava en profundidades sucesivas de 20 cm. Se sigue esta técnica de estratos artificiales porque la cronología la ofrecen directamente los materiales (en los tituli picti d aparece la datación consular, característica singular del Testaccio). Puede decirse, que el Testaccio ofrece la más sorprendente ratio entre inversión y material científicamente útil hallado, dentro del campo de la arqueología clásica, más si tenemos en cuenta la importancia del material hallado para el estudio tanto de la historia antigua de Hispania, como para el estudio de la evolución del comercio y de la administración fiscal del imperio romano.
En la excavación, dadas las características ya señaladas del yacimiento, participa un grupo compuesto por los responsables de la excavación y un nutrido grupo de colaboradores del CEIPAC, becarios y estudiantes de tercer ciclo. A este grupo se suman algunos estudiantes italianos, que colaboran en las tareas de la excavación y que justifican nuestra colaboración con colegas y universidades italianas.
Directores: Prof. Dr. J.M.Blázquez Martínez, Prof. Dr. José Remesal Rodríguez
Organismos financiadores: Proyecto I+D+i Ministerio de Ciencia e Innovación (HAR2008-00210). Real Academia de la Historia. Ayudas para Proyectos Arqueológicos en el Exterior del Ministerio de Cultura.
https://ceipac.gh.ub.es/proyectos/test_es.html.