Cinco potentes antibióticos naturales.
Son una gran manera de tener las infecciones controladas. La mejor opción sin efectos secundarios. Hay muchos alimentos que por la combinación de compuestos que los forman y sus propiedades naturales refuerzan el sistema inmunológico e incluso atacan enfermedades específicas. Lo sorprendente es que estos alimentos están en nuestra dieta, pero quizás debemos empezar a pensar en utilizarlos un poco más, sobre todo cuando estamos enfermos.
Algunos de los mejores antibióticos naturales son:
- Ajo.
Es quizás uno de los más conocidos antibióticos naturales, pero además de esa virtud, el ajo es también un potente antioxidante, con lo que habrá que buscar más excusas para abusar de él. - Equinacea.
Esta planta familia de las margaritas es bien conocida por los usos más prácticos que tiene como antibiótico potentísimo. De hecho, es una de las pocas capaces de eliminar con éxito el mortal Staphylococcus. - Jengibre.
Lo mejor del jengibre es que tiene un poder antibiótico selectivo, esto quiere decir que es implacable con los microorganismos malignos y fomenta el crecimiento de microorganismos benignos como los de la flora intestinal que permiten combatir mucho mejor enfermedades y mantener la buena salud general. Es particularmente bueno con infecciones intestinales y de garganta. - Romero.
Además de ser un excelente condimento el romero tiene más de 20 propiedades antivirales. Un té de romero además de ser muy rico es excelente para evitar que gérmenes, que potencialmente pueden dañar tu salud se expandan en el cuerpo causando más problemas. Una infusión 3 veces por semana te ayudará a prevenir muchas infecciones y enfermedades. - Tila.
Además de ser un relajante natural que nos hará respirar tranquilos después de un día estresante o poco amigable, la tila tiene propiedades mayormente antivirales, así que cuando tus defensas están muy bajas, un té de tila, no sólo te relajará y ayudará a dormir sino que será un elemento activo para combatir cualquier infección.
Los antibióticos naturales no agreden a nuestro cuerpo y sobre todo funcionan terminando con el problema en sus primeras fases. Así que si crees que estás empezando en uno de esos procesos que sabes cómo acaba, date prisa y añádelos a tu dieta.
Fuente: Diario de ecológia.com